miércoles, 20 de junio de 2012

GLOBALIZAC ION Y SUS EFECTOS


Como todo fenómeno de alcance mundial y que principalmente está inserto en los temas económicos, la globalización tiene sus puntos a favor y en contra.
Entre sus ventajas están el logro de una nueva fase de la internacionalización de los mercados, que estrecha la interdependencia de empresas y naciones; el desarrollo de las comunicaciones y las redes permite que operaciones entre dos puntos lejanos del planeta ocurran en tiempo real, sin demoras y con efectos inmediatos; los dineros se mueven rápidamente y sin restricciones; hay una mayor difusión de aspectos culturales entre varios países, y pequeñas economías o pueblos aislados tienen la oportunidad de relacionarse económica y culturalmente con los países desarrollados, ampliando así sus posibilidades de crecimiento y elevando sus estándares de vida. Es decir, según sus promotores, es un sistema en que todos, países ricos y pobres, desarrollados y en vías de desarrollo, salen ganando.
Desde otra óptica, esas mismas ventajas pueden verse como defectos. La inmediatez de los eventos económicos puede llevar a que la onda expansiva de los efectos de cualquier crisis financiera internacional es más amplia y puede perjudicar a mucha más gente (por ejemplo, la crisis de los mercados asiáticos de 1998). Agrupaciones anti-globalización argumentan además que este sistema aumenta la brecha económica entre los pueblos, al acentuar aún más las diferencias entre los países pobres productores de materias primas y las naciones desarrolladas (más aún, grupos económicos específicos) dueñas de la riqueza, al mismo tiempo que supone una destrucción de la ecología mundial al dejar a naciones subdesarrolladas como fuentes de recursos naturales baratos para países con alta demanda. O sea, la globalización estaría permitiendo que una pequeña élite se enriquezca a costa de todo el resto del mundo. Y desde el punto de vista cultural, se acusa a la globalización de crear una tendencia hacia la homogeneidad: se teme que las culturas locales vayan progresivamente desapareciendo y perdiendo su identidad para dar lugar a patrones de conducta extranjeros, como por ejemplo la difusión del idioma inglés o la adopción de la fiesta de Halloween. Es decir, se va camino a una unidad cultural hegemónica de predominio de Occidente en desmedro de una cultura global basada en la diversidad.
BLANCA VALVERDE SANTOS


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