Como se ha documentado, la mayor parte
de los dictadores militares latinoamericanos fueron formados en la Escuela de las Américas, institución que
en el contexto de la Guerra Fría garantizó la fidelidad de los
ejércitos latinoamericanos a la política exterior de los Estados
Unidos. En el caso de América
Latina se usó
habitualmente como pretexto la amenaza del comunismo.
La dictadura militar típica en América
Latina es la dirigida
por una junta o un comité integrado por la dirección
del Estado mayor de los militares. Así fue como ocurrió
en Argentina,
entre 1976 y 1983, años en que fue
gobernado por juntas
militares integradas por los más altos representantes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. En este caso, el presidente
de la junta, primero entre iguales, suele asumir a menudo personalmente la
jefatura del estado, pero luego va rotando. Así ocurrió con el general Jorge Rafael Videla, quien asumió el poder en Argentina tras el golpe de
Estado de 1976, y en cierta forma en Uruguay
entre 1973 y 1984, aunque allí hubo
civiles que oficiaron de "fachada" cívico-militar. En Chile la situación con el general Augusto Pinochet Ugarte, quien ostentó el
poder en ese país entre 1973 y 1990 fue algo diferente, ya que asumió en
el mismo contexto de presidente de la Junta, pero luego consolidó el poder en
torno a su figura y lo ejerció hasta el final del período, prolongándose
incluso como senador
vitalicio en la transición a la democracia.
Algo muy parecido realizó Dési Bouterse en Surinam.
Otras están en las manos de un solo
oficial, generalmente el comandante en jefe del ejército. Ese fue el caso de Bolivia,
con la dictadura del general Hugo Banzer,
entre 1971 y 1978. En Paraguay sobrevivió como dictador militar el
general Alfredo Stroessner, quien gobernó ese país
durante treinta y cinco años, desde 1954 hasta 1989. También fue el caso
de Perú con el dictador Juan Velasco Alvarado, desde 1968 a1975, denominado Gobierno Revolucionario de las
Fuerzas Armadas, luego gobernado por Francisco Morales Bermúdez. Otro dictador
militar que se mantuvo por mucho tiempo fue Anastasio Somoza García, quien gobernó Nicaragua entre 1936 y 1956 y estableció una dinastía familiar que
gobernó el país hasta 1979.
Como todas las dictaduras, una
dictadura militar puede ser oficial u oficiosa (algunos dictadores militares,
como Manuel
Noriega en Panamá,
aparecían como nominalmente subordinados al gobierno civil, no obstante ser el
hombre fuerte del régimen). El grado de control por parte de los militares
sobre la sociedad
civil es variable,
existiendo situaciones más o menos mixtas, donde los militares ejercen una
influencia muy fuerte sin ser enteramente dominantes.
BLANCA VALVERDE SANTOS
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